Las 3 habilidades más valoradas por las empresas a la hora de contratar


Dos hombres cerrando un trato con un apretón de manos

La digitalización y el desarrollo tecnológico han cambiado el paradigma educativo. Hoy, y gracias a instituciones de educación a distancia, es posible compatibilizar estudio y trabajo sin arriesgar la calidad de la formación, permitiendo a los estudiantes acceder a programas altamente calificados.

Siendo así, las empresas han entendido que los criterios de búsqueda deben ir mucho más allá de la institución en la que egresó el postulante.

Te invitamos a conocer 3 de las competencias laborales más valoradas por las organizaciones:

  1. Creatividad

Muchas veces, los recién egresados son recibidos en sus primeros trabajos con una frase que puede ser familiar para muchos: “aquí vas a aprender de verdad lo que es esta profesión”.

Para ser justos, lo cierto es que tras esta sentencia hay bastante verdad.

Más allá de la formación intelectual de un profesional, el pensamiento creativo es una de las habilidades indispensables en todo entorno laboral, pues permite a las personas reaccionar ante determinadas circunstancias con los recursos que disponga en el momento.

La creatividad permite a un trabajador ir más allá de los conocimientos y fórmulas aprendidas en su formación, siendo una cualidad especialmente valorada en los puestos críticos, pues:

  • Facilita la toma de decisiones estratégicas, analizando las variables en juego y visualizando los posibles escenarios.
  • Permite encontrar soluciones en contextos complejos.
  • Facilita establecer relaciones entre ideas que parecieran tener poco en común, pudiendo generar nuevas aristas de negocios, identificar necesidades del público o llegar a conclusiones que bajo una mirada estrictamente racional no hubiesen visto la luz.
  1. Comunicación

Hoy, las empresas requieren trabajadores capaces de responder en distintos niveles. Así, no porque un ingeniero esté estrechamente relacionado con los números puede permitirse faltas ortográficas, o tener problemas para relacionarse con el resto de sus compañeros.

La comunicación es una de las habilidades más valoradas por los empleadores, pues facilita la integración de un trabajador con su entorno y genera un buen clima laboral. Es indispensable para relacionarse con superiores, clientes y externos.

Al respecto, es aconsejable:

  • Leer constantemente, ya que la lectura amplía el lenguaje y permite expresar más fluidamente las ideas.
  • Debatir con otros, exponiendo tus argumentos de forma amena y objetiva. Esto permite trabajar la tolerancia y mejorar la capacidad de saber escuchar.
  • Crea un vínculo. Esta técnica –llamada Mirroring– plantea que, en una conversación, una persona puede generar más confianza realizando los mismos gestos (o similares) que el otro, pues la empatía y entendimiento entre dos personas deriva en reflejar inconscientemente las maneras de la contraparte.
  1. Productividad y proactividad

El paradigma laboral tradicional ha cambiado, dando paso a modelos que ofrecen mayor libertad -como el home work o los horarios flexibles- y requiriendo trabajadores que sepan adaptarse a estas modalidades, pero que sepan responder a las exigencias propias de un esquema menos rígido.

Siendo así, la productividad y proactividad se alzan como habilidades de suma importancia en el entorno laboral.

Los trabajadores con estas características inspiran confianza y son altamente valorados por las organizaciones. También son potenciales candidatos a liderar equipos o asumir mayores responsabilidades.

Mientras la productividad apunta a realizar la mayor cantidad de tareas en determinado período, la proactividad se relaciona con la anticipación, permitiendo adelantarse a un escenario y realizar determinadas labores o acciones antes del plazo establecido para ello.

La combinación de ambas cualidades es una habilidad que puede llevar a una persona a escalar muy alto en las empresas, pues da cuenta de un trabajador comprometido, autónomo y responsable.

Para fortalecer estas cualidades, es recomendable:

  • Una formación constante. La educación continua permite a las personas adquirir nuevas y  mejores herramientas, lo que les permite posicionarse mejor en un mercado tan competitivo y cambiante como el actual.

Aquí, las instituciones de educación a distancia se alzan como una excelente forma de crecer profesionalmente, permitiendo compatibilizar estudio y trabajo de manera armónica.

  • Establece metas a corto plazo. Los pequeños objetivos permiten a las personas dar pasos firmes y avanzar con seguridad hacia la obtención de logros mayores.
    Las metas a corto plazo mantienen a los trabajadores motivados, inculcando permanentemente el espíritu de superación.
  • Analiza, cuestiona y plantea soluciones. Ser proactivo no es más que una cuestión de actitud. En ese sentido, esta habilidad puede desarrollarse con el cuestionamiento constante: ¿qué más puedo hacer? ¿Qué haría de este resultado algo mejor? ¿Cómo puedo optimizar el desarrollo de determinada tarea? La clave está en querer ir siempre un paso más allá.

Como vemos, el entorno laboral exige mucho más que una sólida formación académica. En un mercado tan exigente, competitivo y cambiante como el actual contar con habilidades como las que acabamos de revisar puede ser determinante a la hora de buscar el éxito y realización profesional.





7 noviembre, 2019